miércoles, 8 de mayo de 2013

La enseñanza por proyectos


      Los proyectos están ahí, como en el aire, pero muy pocas escuelas se atreven con ellos. Son la estrategia perfecta para lograr un aprendizaje significativo. Son perfectos para que los niños investiguen, para que sean más creativos y tengan su propia iniciativa.

      Para los maestros, es más fácil llevar a cabo las típicas actividades de la escuela tradicional, ya que en ella nada más se tienen que ceñir a lo que pone en el libro. Pero, lo que deben hacer es crear una escuela investigadora. Desde mi punto de vista, se le debe dar muchas más importancia a los proyectos, relegarlos del sitio de donde están escondidos.

      Un proyecto es un trabajo donde los estudiantes investigan. Se caracteriza por la iniciativa, autogestión, creatividad, flexibilidad y diversidad por parte de los niños. No tienen una duración determinada pero se aconseja que no sean muy largos en  estas edades. De lo que surge de un proyecto se puede crear otro proyecto. Los estudiantes necesitan un ambiente y unas ayudas por parte del profesor para que inicien y consoliden el trabajo por proyectos. Estos surgen por ellos mismos pero necesitan de un ambiente adecuado. Por eso, aparte del papel protagonista e investigador del alumno, el maestro debe adoptar un papel activo. En el trascurso del trabajo la intervención del educador ha de incitar a los estudiantes a profundizar en sus reflexiones.


      En muchas escuelas, se habla de que en las clases se llevan a cabo proyectos y en verdad no son proyectos, sino falsos proyectos. Cuando un maestro le manda una tarea para casa que consiste en buscar información específica sobre algo, no se está refiriendo a un proyecto. El niño no está llevando a cabo un proyecto porque la información que busca no ha salido de sus propios intereses. En definitiva, no son proyectos aquellas actividades en las que el niño nada más tiene que actuar sin llevar a cabo ninguna investigación.

      Los proyectos se componen de tres fases: la fase de preparación, en donde se llevan a cabo las primeras conversaciones para elegir el tema del proyecto, la fase de desarrollo que implica la puesta en práctica del proyecto y la fase de comunicación donde se da a conocer el proyecto a los demás estudiantes. Si se llevan a cabo de manera correcta estas fases bajo la supervisión del maestro, quedará un proyecto correcto e interesante.

      Los proyectos son muy interesantes porque hacen a los niños preguntarse sobre la realidad. Hacen que los niños investiguen y descubran otras realidades. Estos también fomentan el aprendizaje cooperativo ya que los proyectos se dan en pequeños grupos pero pueden ir ayudándose unos a otros. Y por supuesto, estimulan la creatividad. La escuela que, durante tantos años, ha ido matando la creatividad de los niños, ahora debe llevar a cabo proyectos para que se estimule la misma.


      El horario tradicional de los colegios, con clases de una hora, no es muy adecuado para que se trabajen los proyectos, ya que en una hora no da tiempo a que se desarrolle de manera fructífera. Es más conveniente que se utilice una mañana o una tarde entera para trabajar el proyecto.

      Para concluir, decir que el trabajo por proyectos me parece la forma más adecuada de trabajar todas las disciplinas en el aula. Es una manera de que los niños investiguen lo que les llama la atención, tengan más ganas para trabajar y sean más creativos. Animo a todos los colegios a que lleven a cabo este tipo de trabajo y verán que tiene muy buenos resultados. 

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